domingo, 6 de julio de 2014

Como prevenir la violación.

         Hay que ver, la comprensión y solidaridad del Ministerio de Interior, que dedica un aparte de su web a explicarnos como prevenir la violación y como no, la prevención es cosa nuestra, de las que somos “potencialmente violables” y no es de extrañar, miles páginas web, libros y estudios ponen siempre las causas de la violación, la violencia de género, el maltrato... en nosotras mismas, en las que podemos sufrir, o sufrimos, dichas agresiones, pero no en quien las comente. Y es que es mucho más fácil culpar a la mujer de lo que otro le hace, que aceptar que vivimos en una sociedad machista, que está muy lejos de la igualdad y que parece no importar, cuando es un tema central y transversal a toda la sociedad.



         Pues bien, lo que el Ministerio nos aconseja podéis encontrarlo aquí: http://www.interior.gob.es/web/servicios-al-ciudadano/seguridad/consejos-para-su-seguridad/prevencion-de-la-violaci%C3%B3n, son nueve puntos que nos dicen que no andemos solas por la noche, nada de auto-stop o ascensor, mirar la parte trasera del coche por si hay alguien dentro, no poner nuestro nombre en el buzón o usar un silbato para ahuyentar violadores (que no sabía yo que un silbato era una protección pero que si lo dice el Ministerio...)



         Y viendo que no me gusta mucho su tipo de prevención, les dedico aquí la que yo colgaría:




         Tú, hombre (porque las mujeres no solemos violar, al igual que no solemos hacer otras muchas cosas porque parece que “no son cosas de mujeres”) cuando te entren ganas de violar a alguna mujer recuerda:



- No tienes derecho a violar a nadie por el simple hecho de tener pene, si encuentras a una chica sola por la calle de noche y te sientes ganas de violarla y vejarla sigue estos pasos:



               1º Deja a la chica en paz.

               2º Busca dos piedras.

               3º bájate los pantalones y coloca cada piedra a un lado de tu pene.

               4º choca las piedras con tu pene en medio, como si hicieras palmas.



- Si vas en un autobús casi vacío y sube una chica sola a altas horas de la noche, o sea la hora que sea, no te acerques para acosarla, seguramente tiene cosas más importantes que quitarse a un inútil como tú de encima. Si tus ganas son tremendas espera a bajar y sigue los pasos del primer punto.



- Si subes en el ascensor y hay una chica en el, no pienses que está ahí para ser violada. La chica irá para algún sitio, su casa, la sus amigxs, sus padres...



- Si una chica lleva escote, falda, vestido, abrigo, pantalón... no creas que es para que la violes. La gente acostumbra a ir vestida por la calle y las mujeres no nos vestimos para atraer vuestras miradas, piropos y agresiones. Si al ver una chica vestida o desnuda tienes ganas de violarla sigue los pasos del primer punto.



- Si una chica vive sola o viaja sola en su coche no es para atraer violadores. Por extraño que te pueda parecer las mujeres no tenemos la necesidad de estar siempre acompañadas, y, por lo tanto, si vivimos solas, caminamos solas o hacemos lo que hagamos solas no es para llamar la atención de ningún agresor. Si ves una chica en estas circunstancias, no lo dudes, los pasos del primer punto son la solución.



          En resumen...



          Si como hombre te sientes superior a las mujeres y ello te lleva a sentir la necesidad de perseguir, acosar, piropear (que en la gran mayoría de los casos sería equiparable a insultar), violar... o a vejar de cualquier forma a cualquier mujer, no lo hagas, las mujeres no centramos nuestra vida en captar tu atención.


          No sabes lo incómodo que puede resultar que cada vez que sales a la calle te miren como si fueras desnuda por el simple hecho de vestir y caminar como te da la gana, la rápida respuesta que muchas damos a tus agresiones como hombre es cosa de la costumbre y la repetición, no creas que el perfecto corte de mangas que te acaban de hacer ha sido el primero, todo lo contrario, la experiencia hace que, desde lejos sepamos si nos vais a decir, o si vuestra mirada lasciva nos calará hasta lo más hondo, de ahí que, muchas veces, antes de que abráis la boca o os acerquéis ya estamos haciéndoos ese corte o mandándoos a la mismísima mierda.



         ¡No es no! A ver si os va entrando en la cabeza...


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